CRÓNICA DEL RETORNO.
"TEMER O NO TEMER, THAT IS THE QUESTION"
Manolo Silva
No, no es de terror o miedo que quiero desarrollar esta crónica, bastante tengo con el confinamiento cuasi obligado al cual estamos sometidos desde hace más de un mes y medio los habitantes de las muy exquisitas y leales villas palavecinences cuyos nobles moradores lanza en ristre han salido en un acto heroico a inmolarse escoñetando toda la infraestructura de sus predios, talando todo lo talable, quemando todo lo quemable, arrasando todo lo arrasable, jodiendo todo lo jodible para dictarle todo lo dictable al "dictador" Maduro para que se vaya con su ferrea represión a joder al mismisimo carajo y así poder celebrar con nuestros panas la muerte del chavismo y exclamar con ese candor de luchadores incansables desde nuestras trincheras 2.0, "¡lo sacamos bro!, ¡marico, lo sacamos!" y así de repente que vuelva a brillar la luz de la "intelligentsia" burguesa eurocéntrica cabudareña.
En realidad el tema a tratar en este artículo me lo inspira, una nota que sobre Michel Temer recoge mi dilecta amiga Nilda Piña haciendose eco de lo publicado por otra gran amiga como lo es Digna Luna y sobre el cual quiero volcar mi muy modesta opinión.
En la letra de una canción de Juan Gabriel en la frase, "te pareces tanto a mi", hay un gran símil entre la crísis que atraviesa Brasil y nuestra patria y es que, en gran medida tanto Lula como Dilma allá en el sur del continente y Chávez al igual que Maduro acá en Venezuela, con o sin experiencia, con o sin intención o culpabilidad, han tenido en comun la "institucionalidad" o la "institucionalización" del estado, dejando en gran medida a los burocrátas, leguleyos, comerciantes inescrupulosos disfrazados de revolucionarios y el mafioso busca puesto al que le importa un coño el sufrimiento del pueblo, llevar la voz cantante en las decisiones de toda índole, tanto políticas como económicas, como culturales y todo el conjunto de expresiones que tengan que ver con la vida de la nación. Lo cierto es que, el pueblo no ha sido más que un convidado de piedra en cuanto a las grandes decisiones políticas y económicas en todas las naciones "progresistas" que emergieron en estas dos últimas décadas en latinoamérica, ha faltado (eso es innegable), que su participación sea decisoria, no decorativa y si se quiere, no electorera, o de donde coño creen ustedes que salen personas como el Jefe de la Corte Suprema de Brasil o la Jefa del Ministerio Público de nuestro país, es un molde que querramos o no en ese momento crucial del camino donde se lee soberanía o venta, ellos o ellas por su formación pequeño burguesa (no todos son Fidel), optan por la segunda opción, la venta y la traición, traicionan al que en realidad ha sido traicionado y vendido toda la eternidad, al pueblo, ese pueblo que como una espada de Damocles llevó hasta el poder a los que al final terminaran clavandosela por la espalda, me refiero a todos estos infiltrados y los que faltan por salir a la luz y quienes sigilosamente se mueven en la oscuridad de la conspiración.
Si de algo ha servido toda esta frenetica conspiración latinoaméricana y mundial, es para demostrar que no estabamos errados cuando decidimos por asepsia dejar de publicar en Aporrea, esa página se convirtió de la noche a la mañana en el reducto de lo mas perverso de la intelectualidad pequeño burguesa buscando su cauce natural que no ha sido otro que arrebatarle a la MUD la vanguardia de la conspiración contra el Presidente Maduro, allí se encuentra reflejada fielmente la consecuencia de la "institucionalidad" de la que mencioné anteriormente, allí medran ex-ministros y ex-ministras, civiles y militares del "chavismo autentico", partidos políticos de siglas rimbombantes y profusas pero sin militancia, puro nombre para recibir prebendas o cuotas de la piñata que la embajada aquella reparte entre sus mas connotados cipayos y lo que más llama la atención es ya no solo ver a elementos como Nicmer Evans visitando y conferenciando en centros del poder yanqui, sino a nuestra representante del Ministerio Público muy comoda al lado de los aporreisticos y mareados que dirige el intelectual otrora superecontrarevolucionario Gonzalo Gómez quien últimamente al igual que Capriles Radonski, Julito Borges, Leopoldo López y toda la dirigencia opositora coinciden en que Maduro quiere atentar contra la memoria de Chávez, volviendo añicos la Constitución, cosa veredes Sancho.
Asi pues, no creo que la cosa sea ¿temer o no temer?, mas bien me decanto por otra acepcion como, ¿traicionar o no traicionar, that is the question?.
En realidad el tema a tratar en este artículo me lo inspira, una nota que sobre Michel Temer recoge mi dilecta amiga Nilda Piña haciendose eco de lo publicado por otra gran amiga como lo es Digna Luna y sobre el cual quiero volcar mi muy modesta opinión.
En la letra de una canción de Juan Gabriel en la frase, "te pareces tanto a mi", hay un gran símil entre la crísis que atraviesa Brasil y nuestra patria y es que, en gran medida tanto Lula como Dilma allá en el sur del continente y Chávez al igual que Maduro acá en Venezuela, con o sin experiencia, con o sin intención o culpabilidad, han tenido en comun la "institucionalidad" o la "institucionalización" del estado, dejando en gran medida a los burocrátas, leguleyos, comerciantes inescrupulosos disfrazados de revolucionarios y el mafioso busca puesto al que le importa un coño el sufrimiento del pueblo, llevar la voz cantante en las decisiones de toda índole, tanto políticas como económicas, como culturales y todo el conjunto de expresiones que tengan que ver con la vida de la nación. Lo cierto es que, el pueblo no ha sido más que un convidado de piedra en cuanto a las grandes decisiones políticas y económicas en todas las naciones "progresistas" que emergieron en estas dos últimas décadas en latinoamérica, ha faltado (eso es innegable), que su participación sea decisoria, no decorativa y si se quiere, no electorera, o de donde coño creen ustedes que salen personas como el Jefe de la Corte Suprema de Brasil o la Jefa del Ministerio Público de nuestro país, es un molde que querramos o no en ese momento crucial del camino donde se lee soberanía o venta, ellos o ellas por su formación pequeño burguesa (no todos son Fidel), optan por la segunda opción, la venta y la traición, traicionan al que en realidad ha sido traicionado y vendido toda la eternidad, al pueblo, ese pueblo que como una espada de Damocles llevó hasta el poder a los que al final terminaran clavandosela por la espalda, me refiero a todos estos infiltrados y los que faltan por salir a la luz y quienes sigilosamente se mueven en la oscuridad de la conspiración.
Si de algo ha servido toda esta frenetica conspiración latinoaméricana y mundial, es para demostrar que no estabamos errados cuando decidimos por asepsia dejar de publicar en Aporrea, esa página se convirtió de la noche a la mañana en el reducto de lo mas perverso de la intelectualidad pequeño burguesa buscando su cauce natural que no ha sido otro que arrebatarle a la MUD la vanguardia de la conspiración contra el Presidente Maduro, allí se encuentra reflejada fielmente la consecuencia de la "institucionalidad" de la que mencioné anteriormente, allí medran ex-ministros y ex-ministras, civiles y militares del "chavismo autentico", partidos políticos de siglas rimbombantes y profusas pero sin militancia, puro nombre para recibir prebendas o cuotas de la piñata que la embajada aquella reparte entre sus mas connotados cipayos y lo que más llama la atención es ya no solo ver a elementos como Nicmer Evans visitando y conferenciando en centros del poder yanqui, sino a nuestra representante del Ministerio Público muy comoda al lado de los aporreisticos y mareados que dirige el intelectual otrora superecontrarevolucionario Gonzalo Gómez quien últimamente al igual que Capriles Radonski, Julito Borges, Leopoldo López y toda la dirigencia opositora coinciden en que Maduro quiere atentar contra la memoria de Chávez, volviendo añicos la Constitución, cosa veredes Sancho.
Asi pues, no creo que la cosa sea ¿temer o no temer?, mas bien me decanto por otra acepcion como, ¿traicionar o no traicionar, that is the question?.
Manolo Silva
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