viernes, 24 de febrero de 2017

A propósito de las recientes acusaciones hechas contra los camaradas Tareck el Aissami, Hugo Carvajal, Diosdado Cabello, y por que no decirlo, contra nuestra organización, creo necesario decir algunas cosas.

Hipólito Abreu
Viendo los falsos positivos y acusaciones que vienen del imperio contra Venezuela, donde de manera infame se señala a nuestro país de ser un NARCO-ESTADO. 
Cabe preguntarse cómo es posible que ingrese por aire, tierra y mar desde Colombia, Afganistán, Panamá, México, Perú, etc. con una precisión de reloj suizo a EEUU tantas toneladas de cocaína y heroína (marihuana no, porque son los mayores productores del planeta) sin que sea capturado uno solo de los verdaderos capos de la droga estadounidense, los cuales distribuyen en los más de 9millones de kilómetros cuadrados del territorio norteamericano, gracias a una gigantesca red de narcotráfico que han logrado desarrollar en el orbe, droga está que es distribuida sin falla alguna según sea la capacidad adquisitiva del comprador, claro está, la de "mejor calidad", obvio va a parar a la Casa Blanca, Wall Street y demás lugares donde la burguesía convive armoniosamente con el desastre capitalista.
¿Acaso son espíritus, espectros, ánimas gringas quienes reciben y distribuyen toda esa droga?
Que nadie se engañe, desde la guerra del opio, cuando el imperio británico impuso el consumo de droga a China hasta nuestros tiempos, es la elite, los amos del valle quienes dirigen el comercio de los psicotrópicos.
Lo cierto es, que en ese mundo al revés que a diario nos presenta el complejo mediático, si queremos capturar a los verdaderos jefes del negocio de la droga, sólo hay que capturar a los que el imperio se esfuerza en mostrar ante el mundo como los paladines en la lucha contra el narcotráfico, así seguramente se resolverá gran parte de este grave flagelo que afecta a la especie humana.
Recientemente leí tanto la carta escrita por el compañero Tareck, como la del camarada Pollo Carvajal, y debo decir que su contenido me parece de gran valor ético y moral, sin embargo, creo que aquí quienes tienen que dar explicación por su participación en el negocio de la droga son otros.
A nivel mundial, debe dar cuenta la élite imperialista por su participación directa en el comercio de la droga, y en Venezuela, los fascistas que se valen de ese infame negocio para enriquecer sus arcas y conspirar contra la patria.

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